lunes, 5 de septiembre de 2011

Diarios de Bicicleta

"Para mí, la sensación física del transporte autoimpuladom junto con la impresión de autocontrol inherente a esa situación sobre dos ruedas, tiene un efecto bastante vigorizante y tranquilizador que, aunque pasajero, me basta para estar centrado el resto del día.

Suena como una forma de meditación, y de alguna manera lo es. Realizar una actividad familiar, como conducir un coche o ir en bicicleta, lo sitúa a uno en una zona que no requiere demasiada profundidad o implicación. Es una actividad repetitiva, mecánica, y distrae y mantiene ocupada la parte consciente de la mente, al menos parcialmente, de una manera que requiere cierta dedicación pero no mucha, sin que ello implique mantener la guardia baja. Eso favorece un estado mental que permite que una parte, aunque no demasiado grande, del incosciente fluya. Para quien crea que una parte importante del origen de su trabajo y de su creatividad se debe a ese fluir, este es un buen sitio donde buscar esa conexión. De la misma manera que algunos problemas desconcertantes se resuelven a veces durante el sueño, cuando la parte consciente de la mente está abstraída en algo, la incosciente se pone en funcionamiento."



"Diarios de Bicicleta" David Byrne. Edit: Reservoir Books

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